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Una malformación arteriovenosa cerebral es una formación de vasos sanguíneos anormales que conectan las arterias y las venas en el cerebro.

 

Las arterias son responsables de llevar sangre rica en oxígeno desde el corazón hasta el cerebro. Las venas transportan la sangre escasa en oxígeno de nuevo a los pulmones y al corazón. Una malformación arteriovenosa cerebral altera este proceso vital.

 

Una malformación arteriovenosa puede manifestarse en cualquier lugar de tu cuerpo, pero se produce con mayor frecuencia en el cerebro o la columna vertebral. Con todo, las malformaciones arteriovenosas son poco frecuentes y afectan a menos del 1 por ciento de la población.

 

No queda clara la causa de las malformaciones arteriovenosas. La mayoría de las personas nace con ellas, pero en ocasiones se pueden formar más adelante en la vida. No suelen ser genéticamente hereditarias.

 

Una vez diagnosticada, la malformación arteriovenosa cerebral a menudo puede tratarse con éxito para prevenir complicaciones, como daños cerebrales o accidentes cerebrovasculares.

 

Causas:

 

No se conoce la causa de las malformaciones arteriovenosas cerebrales, pero la mayoría de ellas aparecen durante el desarrollo fetal.

 

Normalmente, el corazón envía sangre oxigenada al cerebro a través de las arterias. Las arterias reducen el flujo de sangre que pasa por una serie de redes cada vez más pequeñas de vasos sanguíneos, que termina en los vasos sanguíneos más pequeños (capilares). Lentamente, a través de sus paredes delgadas y porosas, los capilares envían oxígeno al tejido cerebral que los rodea.

 

La sangre sin oxígeno luego pasa a pequeños vasos sanguíneos y, a continuación, a venas más grandes que drenan la sangre del cerebro y la vuelven a enviar al corazón y a los pulmones para obtener más oxígeno.

 

Las arterias y las venas de una malformación arteriovenosa no cuentan con esta red de vasos sanguíneos y capilares más pequeños de sostén. En su lugar, la conexión anormal hace que la sangre fluya rápida y directamente de las arterias a las venas, sin pasar por los tejidos que las rodean.

 

Síntomas:

 

Es posible que una malformación arteriovenosa cerebral no produzca signos o síntomas hasta que se rompa y genere sangrado en el cerebro (hemorragia). En aproximadamente la mitad de todas las malformaciones arteriovenosas cerebrales, la hemorragia es el primer signo.

 

Pero algunas personas con malformación arteriovenosa cerebral pueden presentar signos y síntomas distintos del sangrado.

 

En personas que no tienen hemorragia, algunos de los signos y síntomas de la malformación arteriovenosa cerebral pueden ser:

 

  • Convulsiones

 

  • Dolor de cabeza o dolor en una parte de la cabeza

 

  • Debilidad o entumecimiento muscular en alguna parte del cuerpo

 

Algunas personas pueden presentar signos y síntomas neurológicos más graves, según la ubicación de la malformación arteriovenosa, entre ellos:

 

  • Dolor de cabeza intenso

 

  • Debilidad, entumecimiento o parálisis

 

  • Pérdida de la visión

 

  • Dificultad para hablar

 

  • Confusión o incapacidad para entender a los demás

 

  • Inestabilidad grave

 

Sin embargo, al llegar a la mediana edad, las malformaciones arteriovenosas cerebrales tienden a permanecer estables y es menos probable que produzcan síntomas.

 

Los síntomas de algunas mujeres embarazadas pueden empeorar debido a los cambios en el volumen de la sangre y la presión arterial.

 

Un tipo grave de malformación arteriovenosa cerebral, llamado aneurisma de la vena de Galeno produce signos y síntomas que aparecen al poco tiempo o inmediatamente después del nacimiento. Los vasos sanguíneos más importantes que se ven afectados en este tipo de malformación arteriovenosa cerebral pueden hacer que se acumule líquido en el cerebro y se hinche la cabeza. Algunos de los signos y síntomas son venas hinchadas que se pueden ver en el cuero cabelludo, convulsiones, incapacidad de desarrollarse e insuficiencia cardíaca congestiva.

¿Qué es la malformación arteriovenosa cerebral?

Complicaciones:

 

Hemorragia intracerebral

 

Algunas complicaciones de una malformación arteriovenosa cerebral son:

 

Sangrado en el cerebro (hemorragia). Una malformación arteriovenosa ejerce demasiada presión en las paredes de las arterias y las venas afectadas, lo cual hace que se vuelvan más delgadas o se debiliten. Como resultado, puede producirse la rotura y el sangrado de la malformación arteriovenosa en el cerebro (hemorragia).

 

El riesgo de sangrado de una malformación arteriovenosa cerebral varía alrededor de un 2 por ciento cada año. El riesgo de hemorragia puede ser más alto para ciertos tipos de malformaciones arteriovenosas o si ya tuviste roturas de malformaciones arteriovenosas anteriormente.

 

Algunas hemorragias asociadas a las malformaciones arteriovenosas no se detectan porque ya no provocan un daño importante o síntomas en el cerebro, pero pueden ocurrir episodios de sangrado que ponen en riesgo la vida.

Las malformaciones arteriovenosas cerebrales son responsables de alrededor del 2 por ciento de todos los accidentes cerebrovasculares hemorrágicos cada año y, en general, son la causa de las hemorragias que sufren los niños y los adultos que padecen hemorragia cerebral.

 

Menos oxígeno en el tejido cerebral. Con una malformación arteriovenosa, la sangre no pasa por la red de capilares y fluye directamente de las arterias a las venas. La sangre fluye rápidamente por el camino alterado debido a que no puede pasar más lento por los canales de los vasos sanguíneos más pequeños.

 

Los tejidos cerebrales de alrededor no pueden absorber con facilidad oxígeno de la sangre que fluye con rapidez. Sin oxígeno suficiente, los tejidos cerebrales se debilitan y pueden morir por completo. Esto tiene como resultado síntomas parecidos a los de los accidentes cerebrovasculares, como dificultades del habla, debilidad, entumecimiento, pérdida de la visión o inestabilidad grave.

 

Vasos sanguíneos delgados o débiles. Una malformación arteriovenosa ejerce demasiada presión en las paredes delgadas o débiles de los vasos sanguíneos. Se puede producir una protuberancia en la pared de un vaso sanguíneo (aneurisma) y romperlo.

 

Daño cerebral. A medida que creces, es posible que el cuerpo haga que más arterias suministren sangre a la malformación arteriovenosa que fluye rápidamente. Como resultado, algunas malformaciones arteriovenosas pueden crecer y desplazarse o comprimir porciones del cerebro. Esto puede impedir que los líquidos protectores fluyan libremente en los hemisferios del cerebro.

 

Si se acumula líquido, puede presionar el tejido cerebral contra el cráneo (hidrocefalia).

 

¿Cuándo consultar a un especialista?

 

Busca a un especialista inmediatamente si observas alguno de los signos o síntomas de una malformación arteriovenosa cerebral, como convulsiones, dolores de cabeza u otros. Una malformación arteriovenosa cerebral con sangrado puede poner en riesgo tu vida.

 

Doctor Héctor Laparra Cifuentes

Médico Cardiólogo Intervencionista

Centro Hospitalario la Paz Occidente

4ta calle 23-61 zona 3, Quetzaltenango, Guatemala.

Quinto Nivel, Clínica número 509